Durante la exposición Time Space Existence, organizada por el Centro Cultural Europeo en Venecia, el arquitecto galardonado con el Premio Pritzker Alejandro Aravena y su firma ELEMENTAL presentaron un prototipo a escala real para un nuevo enfoque en soluciones de vivienda incremental. Titulado el Núcleo USB, que significa prototipo de vivienda de Unidad de Servicios Básicos, esta propuesta tiene como objetivo demostrar cómo la construcción eficiente puede proporcionar todos los componentes esenciales de la vivienda en un espacio mínimo. El prototipo es también el resultado de una colaboración entre la oficina de arquitectura y el fabricante e investigador de concreto Holcim, y está construido a partir de un nuevo tipo de mezcla de concreto neto cero. También incorpora agregados completamente reciclados, en alineación con los principios de economía circular. La colaboración tiene como objetivo demostrar una forma más consciente del medio ambiente y rentable de proporcionar servicios esenciales a comunidades en riesgo sin dañar el planeta.
Mientras estaba en el sitio en Venecia, la editora gerente de ArchDaily, Maria-Cristina Florian, tuvo la oportunidad de sentarse con Alejandro Aravena y discutir las implicaciones de esta colaboración, la urgente necesidad de vivienda y el papel del arquitecto como coordinador de un proceso que involucra a muchos actores.
Una innovación clave del proyecto es la nueva formulación de concreto que reduce significativamente las emisiones de carbono al integrar en su composición "biochar", un material similar al carbón que secuestra de forma permanente el CO2 que de otro modo se liberaría al final de la vida de la materia orgánica. Se calcula que un kilogramo de biocarbón previene la liberación de 3 kilogramos de CO2, convirtiéndolo en un sumidero de carbono, lo que significa que tiene una huella de carbono negativa. Integrarlo dentro de una formulación de concreto de bajo carbono reduce la huella general sin comprometer el rendimiento. Con una distancia promedio de transporte de 300 km para el cemento y 100 km para los agregados, la mezcla de concreto de biocarbón resultante tiene una huella de carbono neta cero, según la Evaluación del Ciclo de Vida de Holcim. Además, esta innovación complementa otras estrategias sostenibles como el reciclaje de agregados de desechos de demolición, un proceso que previene el uso de recursos naturales vírgenes y asegura un proceso de construcción circular. El prototipo en Venecia utilizó la mezcla de biocarbón además de agregados 100% reciclados.
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ArchDaily [Maria-Cristina Florian]: Una de las principales preguntas que impulsaron este proyecto es casi shakespeariana: "¿Construir o no construir?" Representa dos fuerzas contradictorias de la industria de la construcción: por un lado, la necesidad de vivienda, por el otro, la necesidad de proteger el medio ambiente. ¿Cómo se puede hacer que esas dos fuerzas apunten en una dirección similar?
Alejandro Aravena: Ahora estamos presenciando esta situación de "Catch-22": la presión es acomodar a las personas en un entorno de vida digno. En las condiciones de la migración hacia las ciudades, la migración entre países, si no ofreces una solución adecuada, entonces las condiciones de vida empeoran. No es que las personas dejen de venir; están viniendo a las ciudades y migrando de todos modos, pero están viviendo en condiciones horribles. Esto no solo es una catástrofe humanitaria, crea las condiciones perfectas para los narcos, la criminalidad organizada, y demasiadas personas que no tienen nada que perder. Conduce a una crisis social y política. Por lo tanto, desde un punto de vista multidimensional, hay una enorme y urgente necesidad de construir un entorno de vida adecuado y digno.
Los materiales que tenemos disponibles hoy en día para producir a gran escala son limitados, y cuando digo gran escala, estamos hablando de un millón de personas por semana migrando a las ciudades que, si no se acomodan adecuadamente, vivirán en barrios marginales. En promedio, tenemos que proporcionar soluciones con solo $10,000 por familia. Lo llamamos la amenaza de las 3-S: Scale (Escala), Speed (Velocidad) y Scarcity of means (Escasez de medios). Si no construimos, las personas vendrán de todos modos y crearán esta bomba de tiempo social. No sabemos cómo resolver eso, pero imagina que creamos suficiente conocimiento y que los gobiernos se alinean a crear políticas para que podamos construir para esa cantidad de personas, con los materiales de construcción actuales, teniendo en cuenta las consecuencias para el medio ambiente y el planeta.
Si no haces nada, tienes un problema. Y si haces algo, tienes un problema. Hasta ahora, era uno u otro, y había que elegir. Cuando vives en un país en desarrollo, eliges a las personas sobre el medio ambiente. Si no, las personas que pueden construir por sí mismas construirán, utilizando los mismos materiales, por lo que la huella de carbono sigue ahí. - Alejandro Aravena
Por lo tanto, en el momento en que escuchamos que se estaba realizando alguna investigación científica y se estaban desarrollando conocimientos en la industria del concreto, una de las industrias que tiene la mayor presencia en el entorno construido, hubo emoción. La gente quiere construir hogares resilientes, así que tan pronto como pueden, irán por algo sólido. El concreto está en la cima de esas expectativas. Con esta innovación, hay un material que puede potencialmente disolver esta situación de "Catch-22", que puede capturar carbono y hundirlo en el material para que, cuando construyas, estés haciendo algo bueno para el medio ambiente, no solo reduciendo el daño. Vemos esto como una oportunidad potencial para finalmente poder avanzar, sin tener que elegir entre uno u otro. Por eso dijimos, asociémonos con alguien que tenga la capacidad de investigación y desarrollo para avanzar en esto.
Lo único que hicimos aquí fue preguntar ¿Qué es lo más necesario? ¿Cuál es el tipo de proyecto que, si esto funciona, puede tener un impacto en la dimensión social pero también en la dimensión ambiental? Es por eso que fuimos a este Núcleo de Servicios Básicos (en español, USB significa Unidad de Servicios Básicos). Al final, aquí es donde comienza cada asentamiento y es lo que se encarga de las necesidades básicas de la población: la salud para empezar, la resistencia al fuego, la resistencia sísmica, y luego tal vez podremos canalizar la capacidad propia de las personas para ser parte de la solución, no del problema del entorno construido.
AD: ¿Podrías contarnos más sobre esta idea de que las comunidades pobres tienen esta capacidad subestimada para construir, pero a menudo lo hacen de manera desregulada, lo que las hace vulnerables? Además, ¿cómo aborda tu proceso incremental, que has estado promoviendo durante años, este problema?
AA: Lo que imaginas cuando piensas en un barrio marginal, es un entorno muy denso, abarrotado de mala calidad, techos y paredes no articulados, y chozas. Por supuesto, uno podría ver que es un problema; hay problemas de salud, la sanidad básica no está presente, uno podría ver esto como una incapacidad para crear un entorno construido digno.
Desde otro punto de vista, podría verse que, a pesar de no tener ningún tipo de ayuda, apoyo técnico, o conocimiento científico, las personas son intuitivamente capaces de poner un techo sobre sus cabezas. Y esta es una gran fuerza. - Alejandro Aravena
En un país como Chile, las dos rondas del censo de clases mostraron que 2/3 de los metros cuadrados construidos en Chile no tienen un permiso de construcción. Lo formal que hemos estudiado en las universidades, o la presunción de que el gobierno es parte del programa de construcción, eso es una excepción. La mayoría está en este otro caso. Por lo tanto, a menos que miremos esta situación como parte de la solución, en lugar de parte del problema, nunca llegaremos a crear esas condiciones necesarias para abordar la necesidad de un entorno de construcción digno.
Entonces, ¿qué falta ahí? Cuando miras la imagen del barrio marginal, lo que se necesita no es más construcción, es atender a lo que no se ha construido. Si piensas en cualquier ciudad, como Copenhague o incluso Manhattan, lugares que asociamos con una buena calidad de vida, la proporción entre espacio público y privado es cercana a 1 a 1. Cuando vas a un barrio marginal, esa proporción cae a menos de 1 a 10, así que por cada metro cuadrado de tierra no construida, hay 10 metros cuadrados de espacio privado. ¿Qué significa eso? Una ambulancia no puede entrar, un camión de bomberos no puede entrar, la gente solo circula, pero no tienen un lugar donde reunirse. ¿Dónde juegan los niños en un entorno así?
En este contexto, lo que es extremadamente importante, más que añadir más metros cuadrados, es quién coordina lo que no se va a construir. Porque esa es una gran fuerza que puedes canalizar. En lugar de resistir o reemplazar, nuestro trabajo es, ante todo, crear las condiciones para que el terreno común, el espacio común no sea ocupado por acciones individuales. Las acciones individuales, incluso si son bien intencionadas, no pueden garantizar el bien común. Hemos estado entendiendo sistemáticamente que nuestro rol como diseñadores no es ser el proveedor, sino el canal para una fuerza mucho más grande que podría ser parte de la solución o no parte del problema.
AD: Siguiendo este punto, ¿cuál es el papel de los arquitectos/as? ¿Deberían aprender a soltar parte del control que les han enseñado a mantener?
AA: El arquitecto/a tiene que entender que, para los grandes desafíos, lo que tenemos que entregar es un proceso y no un producto. El control garantiza calidad al final, así que tenemos que ser responsables desde el principio hasta el final, pero en la mayoría de los casos, tu trabajo se detiene cuando el edificio está terminado. En la vivienda o en la ayuda en desastres, porque es un desafío mucho más grande, el día que terminas, solo comienza, y luego las grandes fuerzas toman el control.
Debes entender la lógica detrás de estas grandes fuerzas. Colocas tus diseños como marcos que harán la vida de las personas más fácil, no más complicada. Luego, en este marco, las acciones individuales pueden garantizar el bien común, así que el papel del arquitecto es proteger y habilitar este cuidado espontáneo por el bien común. No puedes simplemente cruzar los dedos y esperar que la gente no invada la calle.
La geometría y la claridad de forma se han estudiado desde los años 60 y 70. En Chile, en los años 70, tuvimos lo que se llamó "Operación Tiza", lo que significaba que usábamos tiza para marcar en el suelo lo que era terreno privado y lo que era espacio público. Esto permitió que las reglas del juego fueran claras para el colectivo, así que al final, esta operación aparentemente marginal hizo una gran diferencia. La Ley de Indias en toda América Latina era similar, estableciendo una regla geométrica simple, pero las ciudades que tuvieron la capacidad de desarrollarse vinieron de estas formas muy básicas. En español, tenían lo que se llamaba "alarife", alguien que trazaba en el suelo, en la tierra, mostrando quién va a tener qué, qué va a ser público, lo que no podemos proporcionar. Este movimiento aparentemente ofensivo está en el corazón de un proceso que más tarde permite una pérdida de control.
Queremos solo introducir un par de cosas, como una estructura que sea sólida, que sea resistente al fuego, que proporcione saneamiento básico, agua, alcantarillado y electricidad, ventilación cruzada para el peor de los casos. De esta manera, cuando las familias lleguen, no tienen que realizar operaciones estructurales complicadas y difíciles. Cada dólar que gastan es solo en cosas que son relativamente fáciles para ellos de lograr, o que están más cerca de su identidad personal o gusto, como el color, acabados o muebles, porque todas las operaciones técnicas complicadas han sido atendidas por los profesionales involucrados.
AD: ¿Puedes expandir sobre cuál es el concepto detrás del Núcleo USB, y cómo es esto diferente de las otras estrategias de vivienda incremental que has estado desarrollando?
AA: Normalmente, según la política de vivienda chilena, tienes que entregar saneamiento básico, un baño, una cocina y paredes divisorias que sean resistentes al fuego y a los sismos. Para esta propuesta, decidimos hacerlo en 2 pisos porque logra más densidad en el futuro.
Al poder acomodar los metros cuadrados que la política requiere en dos pisos, tenemos más posibilidades de tener proyectos más densos, por lo tanto, poder gastar más en terrenos caros, y por eso, tener una mejor ubicación en la ciudad, lo que conduce a una mejor integración en la red de oportunidades y servicios que las ciudades concentran, en lugar de ser expulsados a una periferia de baja densidad y lejos, segregados de esas oportunidades. Se necesita cierta densidad en edificios de poca altura para poder estar bien ubicados en la ciudad.
Debido a la política, además del saneamiento, necesitamos proporcionar al menos dos habitaciones. Eso requiere más recursos y más tiempo. Cuando estás bajo presión, digamos que estás en una situación de desastre, donde tienes que construir lo más rápido posible, si recibes un refugio como una tienda de campaña u otra intervención de emergencia, eso tiende a no tener este núcleo de saneamiento básico. Las habitaciones son relativamente fáciles de agregar más tarde. Tener una cocina y un baño, y una pared divisoria es bastante difícil de construir adecuadamente por una familia. Lo que hemos estado explorando es cómo, en caso de que haya una emergencia, podamos comprimir y ser más radicales en lo que estamos ofreciendo. El objetivo es tener recursos más eficientes, que siempre son escasos en el sector público, y alcanzar a más familias en lugar de proporcionar soluciones más completas, pero solo a unos pocos. En este último caso, mientras tanto, los demás no pueden esperar. Ellos producirán su propio entorno construido, pero en condiciones muy malas.
Por eso estamos comprimiendo. Algunas de las viviendas que concebimos en ELEMENTAL comenzaron así, pero luego la política nos exigió agregar más habitaciones, así que lo hicimos. El núcleo USB es solo la versión más radical porque, entre las unidades, nos gustaría no tener nada al principio, pero convertirse en una gran parte de lo que las familias, u otras fuentes de financiamiento, traen. Esta es la versión más radical también debido al material que tiene una huella de carbono neta cero. Esto es algo que no estaba disponible antes.
Para el prototipo aquí en Venecia, cuando comenzamos a trabajar con el sitio, recibimos este requisito de peso máximo por metro cuadrado. Las soluciones anteriores habrían sido demasiado pesadas para el lugar, así que se nos exigió quitar peso. El esfuerzo de quitar materia sin perder resistencia nos llevó a pensar más allá de la forma de un agujero circular, hacia muchas otras formas. Tomamos esto como una oportunidad para abordar uno de los problemas pendientes que teníamos: ¿cómo podemos involucrarnos emocionalmente con las familias, para que cuando reciban algo, sientan que hay un tratamiento más cuidadoso, la noción de belleza? De alguna manera, cuando estás lidiando con condiciones estrictas, tiende a ser que la estética es la primera en sacrificarse. Dado que ahora tenemos sistemas de construcción que no estaban disponibles hace 10 años, como robots haciendo el trabajo de formas, la manera de extraer materias nos da un grado de libertad mientras mantenemos la misma resistencia. ¿Qué pasa con el patrón? ¿Podemos hacer un taller con las familias? Tal vez podría cambiar de una a otra.
Este proceso de personalización introduce algún nivel de detalle, que es algo que la gente prefiere. Mira a Venecia: más líneas de alguna manera son más atractivas. Se interpretan como más cuidado, en lugar de una pared en blanco. Creo que en este caso, estamos haciendo una solución más radical en términos de política pública, pero al mismo tiempo, una solución más cuidadosa en términos del resultado emocionalmente involucrado de esta ecuación que tiene muchas dimensiones que deben resolverse al mismo tiempo.
AD: En esta ecuación, la elección del material también es importante, y el concreto parece ser la opción preferida, especialmente para estas condiciones. ¿Por qué es eso? ¿Por qué es esencial el concreto específicamente?
AA: Antes de entrar en el concreto, imaginemos la suma de atributos que necesitas cumplir, y luego, si hay más de un material, lo consideraríamos. Tiene que ser durable: si vas a gastar recursos, asegúrate de que los resultados durarán. Hay algo que es atómico en el comportamiento humano que no aprecia soluciones temporales; algo que se sostiene y persiste a través de la prueba del tiempo es muy importante. Si te beneficias de una política pública, no estás obteniendo financiamiento para cosas que no duran. En un país que tiene que elegir entre educación, hospitales, infraestructura o vivienda, quiere asegurarse de que el resultado tendrá una calidad que está certificada y que físicamente estará allí en las próximas décadas.
Tiene que ser tan resistente, tiene que ser durable, tiene que ser a prueba de fuego, tiene que ser a prueba de sismos. Las familias tienen que sentir que si quieren expandirse, pueden tocar la pared y entender que "Oh, no puedo quitarla porque es sólida, mejor no interfiero con la estructura porque mi seguridad depende de eso." La seguridad y la sensación de seguridad importan mucho. ¿Qué otros materiales hay en el mundo que cumplan con todo eso? No hay muchas opciones.
Por eso, creo que el hormigón tiende a estar bastante alto en la lista, sin mencionar los costos, porque el costo por rendimiento es difícil de igualar.
El problema es cómo mejorar la huella de carbono de este material que tiene tantos otros atributos favorables. El desarrollo de este nuevo concreto de biocarbón finalmente se añade a esta lista. Si quieres hacerlo sostenible y bueno para el medio ambiente, ahora tienes otra opción. Pero no son estos otros atributos o el medio ambiente; se añade a la misma lista. Esto es algo que nos interesaba ver cómo podemos beneficiarnos de esto, y al mismo tiempo, ayudar a desarrollarlo.
AD: Esto abre otro tema, que son las colaboraciones más amplias entre industrias. ¿Cómo ves estas colaboraciones en el futuro? ¿Cuál es su papel en la profesión arquitectónica?
AA: Por naturaleza, la arquitectura tiene que ser colaborativa. Quiero decir, no soy solo yo como arquitecto despertando por la mañana con un increíble deseo de construir un edificio. Si fuera escultor, podría hacerlo, pero no como arquitecto. En primer lugar, alguien tiene que necesitar el edificio, luego el financiamiento vendrá ya sea del estado o de un recurso privado, y luego, no construyes las cosas con tus propias manos. Tienes que entender que la industria de la construcción proporcionará trabajadores con conocimientos, habilidades y procedimientos que tienen una secuencia.
Tienes que asegurarte de que lo que produzcas tenga sentido social y político. Por lo tanto, por naturaleza, la arquitectura históricamente ha requerido hablar muchos idiomas, para que pueda canalizar todo ese conocimiento en lo que estás entregando como solución.
Estás sentado alrededor de la mesa con muchos otros profesionales. A veces, cuanto más compleja es la pregunta, mayor es la necesidad de síntesis. Si hay algún poder en el diseño, ese es el poder de la síntesis. Tienes que establecer prioridades, tienes que establecer una jerarquía. En el núcleo de lo que hacemos como arquitectos, estamos tratando de hacer proyectos, y un proyecto es información organizada en una propuesta. No es un diagnóstico, no es un informe, siempre es la negociación habiendo escuchado a todos, el presupuesto, el código, la necesidad, la presión social, es el momento en que alguien toma la pluma en la reunión y dice, ¿Qué pasaría si hacemos esto?
Ese salto al vacío de hacer una propuesta y arriesgarse a hacer una propuesta es la clave. Puedes fallar, alguien podría encontrar un problema, señalar que esto fallaría aquí y allá. Tomas esta información y reiteras, pero tienes que arriesgarte a organizar la conversación alrededor de la propuesta. Si tienes una conversación sobre el origen del problema, la reunión nunca termina y la energía es muy negativa. El momento en que lanzas una propuesta, la energía en la sala cambia. Por naturaleza, este proceso siempre ha sido colaborativo, pero el papel específico que desempeñamos como arquitectos es poder organizar toda la información en una propuesta. Se trata de escuchar muchos idiomas, pero al final, el idioma que hablas es el de dar forma a los lugares donde vive la gente. Eso es lo que hacemos. No es más complicado que eso, pero tampoco es más fácil que eso.
A veces tu papel es tener control sobre todo el proceso, a veces es reconocer que esto es mucho más grande que nosotros mismos, así que otros toman el control: los trabajadores sociales, las propias familias, la industria de la construcción. Cambia de pregunta a pregunta, pero en general, diría que entendemos que se requiere que hablemos diferentes idiomas: el de la economía, el del código, el de la política, y cómo comunicarnos con la gente. Sin embargo, nuestra forma última de involucrarnos en estas conversaciones no arquitectónicas es haciendo lo que mejor sabemos hacer, que es diseñar. Esta es una conversación no arquitectónica en la que entramos con un conocimiento específico de la arquitectura. Esta es, diría, la danza entre el conocimiento específico y las preguntas no específicas.
AD: Mirando hacia el futuro, ¿cuáles son los próximos pasos para este concepto?
AA: Una institución, para prestar dinero a un país, puede requerir que el país cumpla con objetivos de sostenibilidad. Ahora tenemos este nuevo material que puede responder si esto se convierte en una condición. Normalmente, esto vendría de instituciones de financiamiento que están interesadas en no solo resolver problemas sociales, sino también en cuestiones ambientales. Si podemos especificar este nuevo material como diseñadores, tiene una mayor posibilidad de cumplir más requisitos a nivel político. Y si cumple más requisitos, es más probable que se replique y se repita. Se trata de tener una herramienta más en la caja de herramientas que no estaba disponible antes; proporciona más bienes y beneficios al mismo costo. En el momento en que puedes mostrar un prototipo o dar un ejemplo, demuestra que es posible. Para nosotros, es deseable que este material y esta solución se multipliquen tantas veces como sea posible.
Te invitamos a consultar la cobertura integral de ArchDaily sobre la Bienal de Venecia 2025.
