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Arquitectos: Jiangjie Office
- Área: 2000 m²
- Año: 2025
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Fotografías:Wen Studio
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Proveedores: Rongxi Lighting

Descripción enviada por el equipo del proyecto. BRITA 131 Art Space recientemente abrió sus puertas al público. Este proyecto fue iniciado por el fundador Xiao Jun en la comunidad artística BAC, con el objetivo de integrar las obras de artistas locales en la vida diaria y conectarlos con el público en general. Como una organización artística sin fines de lucro, no solo es un espacio de exhibición, sino también una plataforma de comunicación.


Antecedentes del Proyecto y Estrategia de Transformación
La Comunidad Artística BAC está ubicada en el Distrito Xihu de Hangzhou, en las cercanías de Qutang (opuesto al Campus Xiangshan de la Academia China de Arte). Originalmente un edificio en ruinas abandonado durante 9 años, ha sido transformado en un distrito artístico y cultural que integra enseñanza artística, oficinas creativas, una galería pública, un hotel de diseño y un área comercial, con una superficie total de 17.48 acres y un área construida de 37,900 metros cuadrados, proporcionando un entorno completo de aprendizaje, trabajo, socialización y vida para la joven comunidad artística. Proporcionará un entorno completo para que los jóvenes artistas estudien, trabajen, socialicen y vivan.


El equipo de diseño Jiangjie Office, liderado por Jiangjie, transformó parte del espacio subterráneo de BAC en un espacio de exhibición de arte multifuncional y público con una superficie total de aproximadamente 2,000 metros cuadrados, que incluye la sala de exhibición principal, espacio curatorial, tienda de arte, plaza hundida, áreas de oficina y almacenamiento, y dos edificios a nivel del suelo: la Casa de Cristal de Entrada y el B131. -Casa de Cristal de Entrada y B131 Café. Al mismo tiempo, se proponen nuevos contenidos para el espacio.


La intervención de la galería de arte no es una mera transformación espacial, sino una nueva estrategia urbana. Se conecta con el flujo del vecindario y el sistema peatonal a nivel del suelo a través de una serie de espacios abiertos con límites difusos, haciendo que el sitio sea parte de la ciudad en lugar de un cuerpo aislado de edificios. Áreas como la plaza de entrada, el patio hundido y el café B131 forman un espacio público continuo que permite el acceso natural para los visitantes que no son del museo, difuminando las fronteras entre el espacio de exhibición y la vida urbana.


Techo Trapezoidal de Expansión Horizontal
La antigua rampa para bicicletas en el lado norte del edificio se transformó en la entrada principal del museo. Después de la eliminación del pesado armazón de acero, se instala un techo trapezoidal de expansión horizontal, que está sostenido por 23 columnas alineadas secuencialmente, otorgando a los aleros un gesto ligero y flotante. La columnata refuerza el ritual de entrar al museo y otorga a la entrada una fachada reconocible. La entrada principal está en diálogo con el café B131 al otro lado de la calle, proporcionando un espacio social flexible para la inauguración de la exhibición.


El pasaje para bicicletas en desuso en el lado sur fue removido para formar una plaza hundida al aire libre, que trae luz al espacio subterráneo, creando una plaza pública semi-exterior con más posibilidades para fiestas de apertura, actuaciones, foros, descanso e intercambios. La configuración de este espacio permite que el museo ya no dependa únicamente de las actividades de exhibición en sí, sino que intervenga activamente y forme los atributos públicos del sitio a través de estrategias arquitectónicas.


El orden del espacio de exhibición
El área de exhibición subterránea adopta una línea dinámica en zigzag y contiene dos espacios de exhibición, que pueden ajustarse de manera flexible en tamaño según las necesidades curatoriales. El diseño se basa en la situación actual del sitio, y el orden espacial se organiza a través de una estrategia de intervención minimizada. El espacio de exhibición no es solo una "caja de exhibición" cerrada, sino un lugar que puede albergar múltiples eventos y actividades sociales. El patrón en zigzag refuerza la continuidad del sitio, permitiendo un camino de visualización más libre en lugar de una obediencia pasiva a una estructura narrativa única. Esta estrategia permite que los atributos espaciales del museo sean más flexibles, en consonancia con los enfoques curatoriales contemporáneos. La atmósfera general de la galería es relajada y casual, no se adhiere a la seriedad de los museos de arte tradicionales, sino que se convierte en un lugar de arte abierto, diversificado y joven.


BRITA 131 Art Space no solo es un espacio de exhibición, sino también un lugar abierto incrustado en la vida urbana. Su plaza de entrada, patio hundido y el B131 Café juntos forman una secuencia espacial continua, haciendo que la forma de ser del museo de arte sea más suelta y fluida en lugar de cerrada y autosuficiente. A través de un lenguaje arquitectónico contenido, un método de construcción preciso y una estrategia interactiva con el entorno urbano, el edificio se convierte tanto en parte del sitio como en una influencia positiva en el área circundante, encontrando un delicado equilibrio entre la arquitectura y la naturaleza, y la arquitectura y la ciudad.
